Un negocio secundario de seis cifras se esconde en el agua ⛳️
Sam Harrison, un cazador de tesoros de 30 años, se desliza en el agua oscura del estanque para recoger las pelotas de golf que los jugadores dejan atrás.
Los buzos se sumergen en el agua oscura del estanque para recoger las pelotas de golf que los jugadores dejan atrás. En EE. UU., los golfistas pierden alrededor de 300 millones de pelotas al año, lo que significa un suministro constante para cualquiera que esté dispuesto a bucear.
Ajustado para hoy, los profesionales en este nicho reportan ganancias cercanas a $200k al año por revender pelotas recuperadas, pero el trabajo conlleva riesgos reales como serpientes y caimanes.
Si puedes soportar el lío, los malos tiros de otras personas pueden pagar tus cuentas.
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Sam Harrison, un cazador de tesoros de 30 años, se desliza en el agua oscura del estanque para recoger las pelotas de golf que los jugadores dejan atrás.
Los buzos se sumergen en el agua oscura del estanque para recoger las pelotas de golf que los jugadores dejan atrás. En EE. UU., los golfistas pierden alrededor de 300 millones de pelotas al año, lo que significa un suministro constante para cualquiera que esté dispuesto a bucear.
Ajustado para hoy, los profesionales en este nicho reportan ganancias cercanas a $200k al año por revender pelotas recuperadas, pero el trabajo conlleva riesgos reales como serpientes y caimanes.
Si puedes soportar el lío, los malos tiros de otras personas pueden pagar tus cuentas.