Según un informe de Jin10, el 2 de septiembre, en un comunicado de Deep Tide TechFlow, se menciona que a corto plazo, si en un momento de alta presión inflacionaria en Estados Unidos se siguen reduciendo las tasas de interés, la recuperación económica + el aumento de la inflación podrían acelerarse, resultando en una curva de rendimientos de bonos del Tesoro estadounidense con un aumento abrupto en el corto plazo y una caída en el largo plazo. Se espera que la tasa de interés a diez años pueda aumentar a alrededor del 4.8% dentro del año, y el continuo aumento en la emisión de deuda y el ajuste de la liquidez en los próximos uno o dos meses podrían acelerar este proceso. A largo plazo, si en los próximos uno o dos años se logra un liderazgo fiscal gradual, el centro de la curva de tasas de interés de los bonos del Tesoro estadounidense podría ser presionado hacia abajo en su conjunto. En este escenario, las tasas de interés a corto plazo disminuirían siguiendo la reducción de tasas; además, la política monetaria podría estimular directamente (QE) o indirectamente (relajación de la regulación financiera) la demanda de bonos a largo plazo, con el fin de suprimir la prima de plazo. Sin embargo, es importante señalar que, en un escenario de recuperación económica, si se mantienen bajas las tasas de interés, esperamos que el centro de inflación continúe elevándose.
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Según un informe de Jin10, el 2 de septiembre, en un comunicado de Deep Tide TechFlow, se menciona que a corto plazo, si en un momento de alta presión inflacionaria en Estados Unidos se siguen reduciendo las tasas de interés, la recuperación económica + el aumento de la inflación podrían acelerarse, resultando en una curva de rendimientos de bonos del Tesoro estadounidense con un aumento abrupto en el corto plazo y una caída en el largo plazo. Se espera que la tasa de interés a diez años pueda aumentar a alrededor del 4.8% dentro del año, y el continuo aumento en la emisión de deuda y el ajuste de la liquidez en los próximos uno o dos meses podrían acelerar este proceso. A largo plazo, si en los próximos uno o dos años se logra un liderazgo fiscal gradual, el centro de la curva de tasas de interés de los bonos del Tesoro estadounidense podría ser presionado hacia abajo en su conjunto. En este escenario, las tasas de interés a corto plazo disminuirían siguiendo la reducción de tasas; además, la política monetaria podría estimular directamente (QE) o indirectamente (relajación de la regulación financiera) la demanda de bonos a largo plazo, con el fin de suprimir la prima de plazo. Sin embargo, es importante señalar que, en un escenario de recuperación económica, si se mantienen bajas las tasas de interés, esperamos que el centro de inflación continúe elevándose.