En el "Sutra del Sexto Patriarca" hay una pequeña historia: un día, mientras se daba una charla en el templo, el viento levantó la bandera del templo. Un monje dijo que era el viento el que se movía, otro monje dijo que era la bandera la que se movía, y no paraban de discutir. En ese momento, Huineng se levantó y dijo: "No es el viento el que se mueve, ni la bandera, ¡es el corazón del sabio el que se mueve!" Al escuchar estas palabras, los demás monjes quedaron atónitos.
Así como en el mercado de inversiones, sin transacciones, los precios no fluctuarán. “El viento mueve la bandera, no se separa del viento, no se separa de la bandera, no se separa del corazón. Si se separa del viento, la bandera no se moverá; si se separa de la bandera, no se verá el viento moverse; si se separa del corazón, no se sabrá qué es lo que se mueve.” En este mercado, no se puede operar en largo o corto basándose solo en preferencias personales, sino que hay que intentar ver la esencia a través de los fenómenos y ser una persona esclarecida en el mercado. El corazón del benevolente se mueve, comprende cada operación que realiza, y si persiste a largo plazo, ¡sin duda cosechará mayores beneficios!
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En el "Sutra del Sexto Patriarca" hay una pequeña historia: un día, mientras se daba una charla en el templo, el viento levantó la bandera del templo. Un monje dijo que era el viento el que se movía, otro monje dijo que era la bandera la que se movía, y no paraban de discutir. En ese momento, Huineng se levantó y dijo: "No es el viento el que se mueve, ni la bandera, ¡es el corazón del sabio el que se mueve!" Al escuchar estas palabras, los demás monjes quedaron atónitos.
Así como en el mercado de inversiones, sin transacciones, los precios no fluctuarán. “El viento mueve la bandera, no se separa del viento, no se separa de la bandera, no se separa del corazón. Si se separa del viento, la bandera no se moverá; si se separa de la bandera, no se verá el viento moverse; si se separa del corazón, no se sabrá qué es lo que se mueve.” En este mercado, no se puede operar en largo o corto basándose solo en preferencias personales, sino que hay que intentar ver la esencia a través de los fenómenos y ser una persona esclarecida en el mercado. El corazón del benevolente se mueve, comprende cada operación que realiza, y si persiste a largo plazo, ¡sin duda cosechará mayores beneficios!