Emprender el camino del trading, el aprendizaje es largo y sin fin, pero si nos esforzamos, obtendremos un resultado. Aquellos que vienen a probar suerte casi siempre terminan perdiéndolo todo. Solo al comprender continuamente el mercado, entender a las personas y a nosotros mismos, analizar las tendencias, gestionar bien la posición, abrir órdenes de manera razonable, no ser codicioso, recoger las ganancias cuando se presentan y buscar la estabilidad, podremos sobrevivir aquí. Cada pérdida, por pequeña que sea, no es un asunto menor. Si no te importa perder pequeñas cantidades, también vendrán las grandes pérdidas. Debemos ser cautelosos antes de abrir una orden; si estamos demasiado emocionados, no es el momento de operar. Incluso si obtenemos ganancias, esto puede crear una ilusión. Para la mayoría de las personas, obtener un rendimiento diario del 1 al 3% ya es bastante bueno. Aquellos que saben estar contentos no solo acumulan riqueza aquí, sino que también obtienen felicidad. Algunos lo ven como una guerra, luchando contra otros; otros lo ven como un juego, una forma de entretenimiento; algunos lo ven como un campo, trabajando arduamente. Cada vez que surja nuestra codicia, tal vez deberíamos preguntarnos si realmente necesitamos ese dinero, si podemos conformarnos con una cierta estabilidad. Ganar poco se puede compensar con más ganancias, pero la mentalidad de recuperar pérdidas puede llevar a abrir órdenes de manera ciega, a no dormir bien por la noche, y el resultado puede ser pérdidas continuas, lo que resulta en un mal negocio.
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Emprender el camino del trading, el aprendizaje es largo y sin fin, pero si nos esforzamos, obtendremos un resultado. Aquellos que vienen a probar suerte casi siempre terminan perdiéndolo todo. Solo al comprender continuamente el mercado, entender a las personas y a nosotros mismos, analizar las tendencias, gestionar bien la posición, abrir órdenes de manera razonable, no ser codicioso, recoger las ganancias cuando se presentan y buscar la estabilidad, podremos sobrevivir aquí. Cada pérdida, por pequeña que sea, no es un asunto menor. Si no te importa perder pequeñas cantidades, también vendrán las grandes pérdidas. Debemos ser cautelosos antes de abrir una orden; si estamos demasiado emocionados, no es el momento de operar. Incluso si obtenemos ganancias, esto puede crear una ilusión. Para la mayoría de las personas, obtener un rendimiento diario del 1 al 3% ya es bastante bueno. Aquellos que saben estar contentos no solo acumulan riqueza aquí, sino que también obtienen felicidad. Algunos lo ven como una guerra, luchando contra otros; otros lo ven como un juego, una forma de entretenimiento; algunos lo ven como un campo, trabajando arduamente. Cada vez que surja nuestra codicia, tal vez deberíamos preguntarnos si realmente necesitamos ese dinero, si podemos conformarnos con una cierta estabilidad. Ganar poco se puede compensar con más ganancias, pero la mentalidad de recuperar pérdidas puede llevar a abrir órdenes de manera ciega, a no dormir bien por la noche, y el resultado puede ser pérdidas continuas, lo que resulta en un mal negocio.