A medida que se acerca la reunión de la Reserva Federal del 17 de septiembre de 2025, las expectativas de recortes de tasas en los mercados financieros son cada vez más fuertes. Actualmente, el mercado considera que la posibilidad de un recorte de 25 puntos básicos es del 94.1%, lo que prácticamente lo hace un hecho. A pesar de que persisten las presiones inflacionarias, tanto la experiencia histórica como los datos actuales indican que la debilidad del mercado laboral es el factor clave que impulsa a la Reserva Federal a recortar tasas.
Los datos de empleo de julio ya han mostrado signos claros de debilidad; si los datos de agosto empeoran aún más, una reducción de tasas será casi inevitable. Profundicemos en por qué las expectativas de una reducción de tasas en septiembre son tan fuertes.
La doble misión de la Reserva Federal siempre se ha centrado en la estabilidad de precios y el pleno empleo. A lo largo de la historia, cada vez que el mercado laboral experimenta un deterioro significativo, la Reserva Federal toma medidas de reducción de tasas de interés para disminuir los costos de financiamiento y estimular a las empresas a aumentar la contratación. Por ejemplo:
En 2001, la tasa de desempleo subió del 4% al 5.7%, y la Reserva Federal redujo la tasa de interés del 6.5% al 1.75%. Durante la crisis financiera de 2008, la tasa de desempleo se disparó al 7.2%, la creación de empleo casi se detuvo, y la Reserva Federal redujo las tasas de interés a un mínimo histórico de 0-0.25%. En 2019, el crecimiento del empleo se desaceleró (promedio mensual de 136,000), y la Reserva Federal redujo las tasas de interés tres veces.
En la situación actual, las nuevas contrataciones en julio fueron solo de 73,000, muy por debajo de las expectativas del mercado de 150,000. La tasa de desempleo ha aumentado al 4.2%, cerca de la línea de alerta del 4.5%. Si los datos de empleo de agosto, que se publicarán el 5 de septiembre, empeoran aún más (por ejemplo, si las nuevas contrataciones son inferiores a 100,000 o la tasa de desempleo supera el 4.5%), será difícil para la Reserva Federal encontrar una justificación para no bajar las tasas de interés.
A pesar de que hay opiniones que sugieren que la presión inflacionaria podría obstaculizar una reducción de tasas, la continua debilidad del mercado laboral parece haber sido el factor dominante. El mercado predice una probabilidad de reducción de tasas de hasta el 94.1%, basado precisamente en el juicio sobre la grave situación del empleo.
Sin embargo, también debemos reconocer que la situación económica cambia rápidamente, y las decisiones de la Reserva Federal ponderarán múltiples factores. Los inversores y los observadores económicos deben prestar atención a los próximos datos económicos que se publicarán, así como a los discursos públicos de los funcionarios de la Reserva Federal, para comprender mejor la dirección de la política.
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AirdropHuntress
· hace14h
Te voy a enseñar una fórmula, si la tasa de empleo cae más del 4.5,必降息, los datos históricos lo demuestran todo.
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PhantomMiner
· hace14h
Todavía tendré que trabajar unos meses antes de poder hacer algo.
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SlowLearnerWang
· hace14h
¿Está bien? De todos modos, mi dinero ya está atrapado dentro.
A medida que se acerca la reunión de la Reserva Federal del 17 de septiembre de 2025, las expectativas de recortes de tasas en los mercados financieros son cada vez más fuertes. Actualmente, el mercado considera que la posibilidad de un recorte de 25 puntos básicos es del 94.1%, lo que prácticamente lo hace un hecho. A pesar de que persisten las presiones inflacionarias, tanto la experiencia histórica como los datos actuales indican que la debilidad del mercado laboral es el factor clave que impulsa a la Reserva Federal a recortar tasas.
Los datos de empleo de julio ya han mostrado signos claros de debilidad; si los datos de agosto empeoran aún más, una reducción de tasas será casi inevitable. Profundicemos en por qué las expectativas de una reducción de tasas en septiembre son tan fuertes.
La doble misión de la Reserva Federal siempre se ha centrado en la estabilidad de precios y el pleno empleo. A lo largo de la historia, cada vez que el mercado laboral experimenta un deterioro significativo, la Reserva Federal toma medidas de reducción de tasas de interés para disminuir los costos de financiamiento y estimular a las empresas a aumentar la contratación. Por ejemplo:
En 2001, la tasa de desempleo subió del 4% al 5.7%, y la Reserva Federal redujo la tasa de interés del 6.5% al 1.75%.
Durante la crisis financiera de 2008, la tasa de desempleo se disparó al 7.2%, la creación de empleo casi se detuvo, y la Reserva Federal redujo las tasas de interés a un mínimo histórico de 0-0.25%.
En 2019, el crecimiento del empleo se desaceleró (promedio mensual de 136,000), y la Reserva Federal redujo las tasas de interés tres veces.
En la situación actual, las nuevas contrataciones en julio fueron solo de 73,000, muy por debajo de las expectativas del mercado de 150,000. La tasa de desempleo ha aumentado al 4.2%, cerca de la línea de alerta del 4.5%. Si los datos de empleo de agosto, que se publicarán el 5 de septiembre, empeoran aún más (por ejemplo, si las nuevas contrataciones son inferiores a 100,000 o la tasa de desempleo supera el 4.5%), será difícil para la Reserva Federal encontrar una justificación para no bajar las tasas de interés.
A pesar de que hay opiniones que sugieren que la presión inflacionaria podría obstaculizar una reducción de tasas, la continua debilidad del mercado laboral parece haber sido el factor dominante. El mercado predice una probabilidad de reducción de tasas de hasta el 94.1%, basado precisamente en el juicio sobre la grave situación del empleo.
Sin embargo, también debemos reconocer que la situación económica cambia rápidamente, y las decisiones de la Reserva Federal ponderarán múltiples factores. Los inversores y los observadores económicos deben prestar atención a los próximos datos económicos que se publicarán, así como a los discursos públicos de los funcionarios de la Reserva Federal, para comprender mejor la dirección de la política.