
Un token es un activo digital emitido sobre una blockchain.
Los tokens se gestionan mediante smart contracts, lo que permite transferencias y operaciones libres en cadena. Pueden representar valor, utilidad o derechos de gobernanza. El estándar más utilizado es el ERC-20 de Ethereum, que define reglas unificadas para nombre, símbolo, decimales, suministro total y mecánica de transferencias. Los tokens tienen múltiples usos: pagos, incentivos, votaciones, staking y representación de activos.
Los tokens se crean, transfieren y gestionan siguiendo reglas programables.
Un smart contract es un código desplegado en una blockchain que se ejecuta automáticamente al cumplirse ciertas condiciones. Los contratos de tokens establecen el suministro total, las reglas de creación (minting) y destrucción (burning) de tokens, así como los mecanismos de transferencia y control de saldos.
ERC-20 es el estándar de token predominante: funciona como una “tabla de tallas” universal. Si los tokens cumplen este estándar, wallets y exchanges pueden reconocerlos, mostrarlos y transferirlos fácilmente, lo que reduce los costes de integración.
Los permisos y la gobernanza también se determinan en el contrato. Algunos proyectos otorgan a los holders de tokens poder de voto sobre parámetros como comisiones, uso del treasury o mejoras del protocolo; estos se denominan "governance tokens". Si el contrato conserva privilegios de administración, pueden existir funciones como pausar transferencias o modificar reglas.
Las soluciones cross-chain y las redes layer 2 incrementan la usabilidad de los tokens. Las layer 2 son soluciones de escalabilidad sobre blockchains principales: reducen drásticamente las comisiones, a menudo a unos céntimos, lo que facilita juegos y micropagos.
Los usos más habituales son pagos, gobernanza, recompensas, staking y trading.
Para pagos y liquidaciones, las stablecoins se emplean ampliamente en transferencias internacionales o depósitos en exchanges. Las stablecoins son tokens vinculados a monedas fiduciarias como el dólar estadounidense; buscan la estabilidad de precios para facilitar valoración y liquidación.
En gobernanza, poseer governance tokens permite participar en votaciones. Por ejemplo, los holders pueden votar sobre comisiones del protocolo o incluir nuevos activos en la whitelist; una vez aprobadas las propuestas, los smart contracts ejecutan automáticamente los resultados.
Como incentivos, los proyectos recompensan a colaboradores con tokens—por operar nodos validadores, crear contenido para la comunidad o probar la seguridad. Las recompensas se distribuyen según la aportación de cada usuario.
En DeFi, los tokens se usan como colateral para préstamos o para aportar liquidez. Al depositar dos tipos de tokens en un liquidity pool (un pool automatizado de intercambio), los usuarios reciben una parte de las comisiones de transacción y recompensas extra.
En los exchanges, los tokens se negocian y se emplean para recaudar fondos. Por ejemplo, en el mercado spot de Gate puedes comprar y vender tanto tokens consolidados como emergentes; el Launchpad de Gate permite participar en lanzamientos de tokens con USDT u otros activos, y una vez listados, los tokens pasan a ser negociables.
Los pasos clave son elegir una plataforma, preparar fondos, realizar la orden y almacenar los tokens de forma segura.
Paso 1: Regístrate en Gate y configura las funciones de seguridad. Activa la autenticación en dos pasos, vincula tu teléfono y correo electrónico, establece una contraseña robusta y pon en whitelist las direcciones de retiro para maximizar la protección de la cuenta.
Paso 2: Prepara los fondos. Puedes comprar USDT con moneda fiat o transferir USDT o criptomonedas principales desde otras plataformas o wallets de autocustodia a tu dirección de depósito en Gate.
Paso 3: Elige un par de trading en el mercado spot. Introduce el símbolo del token, selecciona orden limitada o de mercado y revisa precio, cantidad y comisiones. Tras la compra, tus posiciones pueden consultarse en la página de activos.
Paso 4: Retira a una wallet de autocustodia (opcional). En una wallet de autocustodia controlas tu clave privada, normalmente representada por una frase mnemotécnica, un conjunto de palabras necesario para recuperar tus activos si los pierdes. Escríbela en papel y nunca la guardes como captura de pantalla ni en la nube.
Paso 5: Haz seguimiento de tu precio de entrada y gestiona el riesgo. Considera comprar en tandas, establecer stop-loss o usar solo fondos que puedas permitirte perder; así controlas el tamaño de tu posición y tus emociones de forma responsable.
Las stablecoins y la actividad de transacciones on-chain han aumentado este año, con emisiones y desbloqueos de tokens cada vez más frecuentes.
Stablecoins: En 2024, la capitalización total de stablecoins osciló entre 130 000 y 180 000 millones de dólares (según CoinMarketCap). En el último año, la oferta de stablecoins ha crecido: USDT supone más del 60 % de la oferta, lo que aporta mayor liquidez al mercado.
Volumen de trading: En el primer semestre de 2025, el volumen medio diario osciló entre 50 000 y 150 000 millones de dólares (según el proveedor de datos). Frente a finales de 2024, la actividad es mayor; lanzamientos de tokens, airdrops y nuevos incentivos de red han sido impulsores clave.
Comisiones y escalabilidad: En 2024, en la red principal de Ethereum, las comisiones de gas por transacción superaron a menudo los 5 dólares en momentos de congestión. En los últimos seis meses, en principales redes layer 2, las comisiones oscilaron entre 0,02 y 0,20 dólares, lo que ha impulsado los micropagos y el uso de tokens en juegos.
Desbloqueos y oferta: En 2025, muchos proyectos afrontan periodos de desbloqueo masivo de tokens, con decenas de miles de millones desbloqueados cada mes. Esta nueva oferta puede ejercer presión bajista a corto plazo; consulta los calendarios de desbloqueo oficiales o de terceros para planificar tus posiciones.
Las fuentes de datos varían según la metodología; para cifras recientes de los últimos seis meses o del tercer trimestre de 2025, consulta CoinMarketCap, DefiLlama o informes mensuales de exchanges.
Los tokens existen sobre blockchains ya existentes; las monedas nativas son el activo principal y el “combustible” de su propia blockchain.
Las monedas nativas las emiten y gestionan directamente los protocolos de blockchain. Por ejemplo, BTC es la moneda nativa de Bitcoin; ETH es la de Ethereum, utilizada para pagar comisiones en sus respectivas redes.
Los tokens se crean y gestionan mediante smart contracts en blockchains concretas. Por ejemplo, USDT en Ethereum es un token conforme al estándar ERC-20; no asegura la red ni actúa como combustible de transacciones.
En seguridad y gobernanza, las monedas nativas están más integradas con el modelo de seguridad de su blockchain; las reglas y permisos de los tokens dependen sobre todo de su smart contract y la gobernanza del proyecto.
Confundir todos los tokens con “acciones” e ignorar los permisos del contrato o los calendarios de desbloqueo son errores habituales.
Un error común es equiparar tokens a equity de empresa. Muchos tokens no otorgan derechos legales de propiedad ni dividendos; funcionan como créditos internos o instrumentos de gobernanza. Los derechos concretos dependen del smart contract y la documentación del proyecto.
Otro error es ignorar los permisos del contrato. Si permite pausar transferencias, cambiar reglas o sustituir administradores, el riesgo y la necesidad de confianza aumentan; revisa siempre los permisos antes de invertir.
También es frecuente confundir tokens fungibles y no fungibles. Los tokens fungibles son intercambiables; los tokens no fungibles (NFTs) son únicos y tienen funciones y modelos de valoración propios.
Por último, centrarse solo en el precio e ignorar liquidez o calendarios de desbloqueo es arriesgado. Una baja liquidez aumenta slippage y volatilidad; grandes desbloqueos pueden añadir presión vendedora. Supervisa profundidad de mercado, vesting y diversifica posiciones, usando stop-loss.
Los tokens son activos digitales emitidos sobre blockchains existentes. Las criptomonedas suelen referirse a monedas digitales con blockchain propia (como Bitcoin o Ethereum). En resumen: todas las criptomonedas pueden considerarse tokens, pero no todos los tokens son criptomonedas. Los tokens dependen de una blockchain existente; las criptomonedas son el activo nativo de su propia cadena.
Los tokens cumplen funciones diversas en los ecosistemas cripto, principalmente en tres categorías:
Evalúa los tokens en tres aspectos:
Primero, el background del proyecto: investiga las credenciales del equipo y lee el whitepaper;
Segundo, los fundamentos técnicos: analiza casos de uso reales y demanda de mercado;
Tercero, los factores de riesgo: considera liquidez, capitalización y situación regulatoria. No sigas tendencias a ciegas: investiga y decide siempre con cautela en plataformas reputadas como Gate.
La congelación de tokens suele deberse al diseño del contrato o a la intervención del administrador: bloquea los tokens de ciertas direcciones para que no puedan transferirse. Quemar significa eliminar tokens de forma permanente para reducir la oferta total. Ambos son métodos legítimos para controlar la inflación o incentivar la retención a largo plazo. Antes de comprar cualquier token, revisa los detalles del contrato por posibles mecanismos de congelación.
El precio de los tokens depende de la oferta y demanda del mercado, influido principalmente por cuatro factores: avances positivos del proyecto aumentan la demanda; el sentimiento de mercado y las tendencias generales de cripto afectan la confianza inversora; la liquidez de trading impacta en la estabilidad del precio; el suministro total y el calendario de lanzamientos determinan la escasez. En exchanges como Gate puedes seguir precios y datos de trading en tiempo real.


