La Ethereum Developer Conference se celebró en Buenos Aires, Argentina, del 17 al 22 de noviembre. Durante esa semana, la ciudad fue el escenario de más de 40 eventos oficiales, más de 75 presentaciones de proyectos y cientos de actividades paralelas, congregando a unos 15.000 asistentes.
En la ceremonia de apertura, el presentador evocó la creación de la primera página web por Tim Berners-Lee en 1991, subrayando la evolución de Internet desde Web1 hasta el actual Web3. Este año, el evento se presentó como la “Ethereum World Expo”, reuniendo a los principales proyectos globales y celebrando los hitos de la comunidad Web3 argentina. Tras la apertura, arrancó el Ethereum Day, con sesiones clave sobre el enfoque de la Fundación en materia de gobernanza, desarrollo de protocolo, privacidad, seguridad, adopción institucional y hojas de ruta de futuro. Los miembros del equipo principal e investigadores compartieron sus últimas perspectivas.
Tomasz Stanczak, codirector ejecutivo de la Ethereum Foundation, remarcó en su keynote que la primera década de Ethereum ha consolidado los cimientos esenciales en consenso, desarrollo de clientes y herramientas de privacidad. De cara al futuro, advirtió que los mayores desafíos en privacidad, descentralización y autonomía del usuario exigirán una implicación comunitaria más amplia y una colaboración más intensa.
Al describir el ecosistema de participantes en Ethereum, Tomasz habló de una comunidad diversa: organizadores locales que llevaron Devcon a Argentina, grupos enfocados en experimentos urbanos y bienes públicos, desarrolladores de núcleo del protocolo, ingenieros que priorizan la privacidad por defecto, equipos activos de L2, colaboradores interdisciplinarios procedentes tanto del ámbito académico como financiero, y voluntarios que impulsan la localización multilingüe del sitio oficial de Ethereum. Subrayó que estos desarrolladores comprometidos constituyen la base de la seguridad y la salud de la red de Ethereum.
Tomasz destacó el historial de Ethereum de cero tiempo de inactividad a lo largo de múltiples actualizaciones, atribuyendo este éxito a las aportaciones constantes de todo el ecosistema. Definió el presente como un momento para reflexionar sobre los logros y revisar las prioridades venideras. Animó a más desarrolladores y usuarios a involucrarse —ya sea creando aplicaciones o utilizando ETH en el día a día— para que la utilidad y la gobernanza de Ethereum sigan respondiendo a necesidades reales.
En la ronda de preguntas y respuestas, recalcó que, si dentro de una década los desarrolladores recuerdan esta conferencia como el origen de su trayectoria, ese será el mayor impacto del evento. Compartió su visión de Argentina: en un contexto de alta inflación y controles de capital, los criptoactivos tienen ventajas tangibles, aunque la descentralización plena requiere más avances en privacidad, seguridad y usabilidad. Los esfuerzos locales en estos campos merecen especial atención. Su consejo para quienes se incorporan: refuerza tu “capacidad de conexión”: la comunicación proactiva entre equipos y comunidades suele generar progresos extraordinarios.
Hsiao-Wei Wang, codirectora ejecutiva de la Ethereum Foundation, utilizó la metáfora de la “escalera” para ilustrar la primera década de Ethereum: “Esta escalera la sigue construyendo la comunidad global, sin un final definido, y ofrece un camino para que cada cual ascienda a su ritmo. Cada peldaño nuevo que añade un desarrollador se convierte en el punto de partida para quienes vienen detrás”.
Indicó que Ethereum ha superado ya el concepto de blockchain: es infraestructura fundamental para nuevas formas de activos, identidad, cultura y colaboración. Ningún equipo controla Ethereum. Cada participante, incluidos los del ecosistema L2, representa un peldaño. El papel de la Fundación no es llegar arriba, sino estabilizar la escalera y contribuir colectivamente a la construcción de la próxima década.
Al repasar su periodo y el de Tomasz como codirectores ejecutivos, definió la nueva etapa de la Fundación por tres capacidades. En primer lugar, la fiabilidad: la ausencia de caídas en Ethereum durante grandes actualizaciones se apoya en estándares sólidos de ingeniería, bloque a bloque. En segundo lugar, adaptabilidad: la Fundación no presume de tener todas las respuestas; ajusta su enfoque según las necesidades de la comunidad y los cambios externos, manteniendo el protocolo alineado y resiliente ante la evolución social. En tercer lugar, una auténtica responsabilidad de gobernanza: la misión de la Fundación es garantizar un entorno estable para el ecosistema, permitiendo que la dirección de Ethereum surja de forma orgánica en un contexto abierto, sin imponerla.
Hsiao-Wei insistió en que la escalera de Ethereum está abierta a todos: investigadores, desarrolladores de clientes y aplicaciones, inversores, usuarios finales, científicos, académicos, estudiantes y líderes locales. La Fundación apoya iniciativas tempranas y poco valoradas —como la diversidad de clientes y la investigación avanzada— para que se conviertan en peldaños decisivos en el futuro.
Advirtió también que la descentralización, la neutralidad y la resiliencia bajo presión no se logran automáticamente, sino que requieren un diseño transparente, basado en principios y coherente. Si se socavan estos valores, se pone en riesgo la integridad estructural de todo Ethereum.
Los miembros del equipo de protocolo de Ethereum, Ansgar Dietrichs y Barnabé Monnot, presentaron una actualización sobre los avances del equipo de I+D tras su reestructuración este año. El informe se centró en tres áreas: escalado de L1, escalado de blobs de datos y mejora de la experiencia de usuario.
Sobre el escalado L1, Ansgar explicó que el límite de gas por bloque de Ethereum estuvo durante años en 30 millones, con los esfuerzos de ingeniería volcados en hitos como la Merge y la abstracción de cuentas. Ahora que L1 asume un rol claro como capa de liquidación, el equipo aumenta la capacidad optimizando clientes y protocolos, sin depender de hardware costoso.
Las mejoras en los clientes ya han elevado el límite de gas a 45 millones este año, y se prevé aumentarlo a 60 millones en el próximo hard fork. El equipo también impulsa propuestas como el reajuste de opcodes y las access lists para mejorar el rendimiento. Ansgar reveló que el prototipo ZK-EVM ya logra pruebas en tiempo real en menos de 12 segundos, allanando el camino para nodos con requisitos computacionales mucho menores.
Al hablar del escalado de blobs, destacó la importancia de EIP-4844 para la disponibilidad de datos de los rollups. Proto-danksharding introduce blobs de datos y un sistema de compromisos, permitiendo a los rollups publicar datos a menor coste. El siguiente hard fork incorporará pruebas de muestreo de disponibilidad de datos, preparando el terreno para una mayor capacidad de blobs.
Barnabé resumió los avances en experiencia de usuario, como la interoperabilidad cross-chain con el proyecto Interop, la Trillion-Dollar Security Initiative y la wallet orientada a privacidad Kohaku. Interop fue la gran protagonista de la sesión. Su meta: brindar una experiencia multichain “fluida, segura y sin permisos” tanto a usuarios como instituciones. Con un framework abierto de intenciones y una pila modular cross-chain, los usuarios declaran su intención y el backend automatiza los swaps entre cadenas, sin puentes manuales. El equipo también explora vías para acelerar la finalización y optimizar la eficiencia en las interacciones dentro y fuera de la cadena.
Fredrik Svantes, responsable de seguridad del protocolo de la Ethereum Foundation, y Mehdi Zerouali, cofundador de Sigma Prime, destacaron en la “Trillion-Dollar Security Initiative” que Ethereum está evolucionando para pasar de apoyar a millones de usuarios y decenas de miles de millones en activos a convertirse en infraestructura pública capaz de gestionar billones. La seguridad debe escalar al ritmo del crecimiento y la complejidad del ecosistema.
La iniciativa se centra actualmente en tres áreas. Primero, seguridad de endpoints y experiencia en wallet: el objetivo es resolver el blind signing para que las wallets muestren claramente los resultados de las transacciones, ayudando a los usuarios a saber qué autorizan. Segundo, seguridad en frontend e infraestructura: el proyecto Fiber Frontend desarrolla soluciones frontend verificables e intercambiables para reducir el riesgo de robo de fondos en sitios comprometidos. Tercero, transparencia y comunicación: el estudio digital de la Fundación está creando una web pública para mostrar el estado de los proyectos y tareas pendientes, clarificando la hoja de ruta de seguridad e invitando a la colaboración de la comunidad.
Mehdi recalcó que Trillion-Dollar Security es un repositorio abierto para todo el ecosistema; todas las soluciones deben ser open source, auditables y propiedad de la comunidad. Subrayó que el blind signing supone un riesgo importante, y que la seguridad debe ser una función por defecto, no una carga para el usuario. En la sesión de preguntas y respuestas, ambos indicaron que a medida que la IA acelera la generación de código, la investigación en seguridad y las auditorías arquitectónicas serán cada vez más necesarias. El ecosistema Ethereum ya financia I+D en criptografía post-cuántica y desarrolla prototipos, situándolo como uno de los blockchains mejor preparados ante amenazas cuánticas.
Respecto a ZK-EVM, compararon su seguridad actual con la de Solidity en 2016: aún está en una fase temprana y necesita una formación sistemática de nuevos ingenieros de seguridad y una maduración colectiva. Según el feedback de instituciones tradicionales, muchas ya consideran a Ethereum “el menos problemático en seguridad de base” entre las principales cadenas, influyendo en sus decisiones de despliegue.
Danny Ryan, investigador principal de la Ethereum Foundation, explicó en “Institutions Decentralization” que, tras años centrados en protocolos de descentralización, sus recientes contactos con bancos y grandes instituciones le han hecho ver que la infraestructura financiera tradicional es mucho menos eficiente de lo que se cree. Los gestores de activos usan sistemas incompatibles, recurren al fax y hacen conciliaciones manuales, con liquidaciones aún en T+1 o T+2.
En este contexto, las instituciones se obsesionan con el riesgo de contraparte, examinando tanto a socios de trading como a proveedores de infraestructura. Aquí, la neutralidad creíble y el diseño descentralizado de Ethereum —soporte multicliete y miles de nodos asegurados por criptoeconomía— resultan ventajas competitivas, convirtiendo a Ethereum en firme candidato a infraestructura para activos de billones de dólares.
Danny recalcó que, para las instituciones, la privacidad no es un extra, sino un requisito básico. Si no cumple los estándares actuales, muchas alianzas ni siquiera despegan. Desarrollar entornos de privacidad usables para instituciones empujará a Ethereum a invertir más en zero-knowledge proofs y tecnología relacionada, que beneficia tanto a la escalabilidad como a la privacidad. Con la mejora de la claridad regulatoria global, las stablecoins y los efectos red de liquidez afrontan un nuevo ciclo de expansión, y Ethereum debe asegurar un papel central.
Sobre la arquitectura, señaló que el diseño modular de Ethereum y el ecosistema L2 resultan especialmente atractivos para las instituciones, que pueden lanzar L2s específicas junto a socios aprovechando la seguridad y liquidez de Ethereum.
Defendió que el objetivo no es simplemente “tokenizar activos”, sino crear sistemas on-chain tan robustos que los activos reales migren naturalmente. El verdadero éxito se mide en billones. Los RWA on-chain siguen en decenas de miles de millones: solo un punto de partida frente al volumen mundial de activos invertibles.
En la ronda de preguntas y respuestas, abordó un error común: pensar que descentralización significa “inregulable” o “completamente público”. Con controles de acceso programables y tecnología de privacidad, es posible reducir los riesgos de intermediación y mantener el cumplimiento normativo.
Animó a los desarrolladores a crear “alianzas de traducción” con profesionales de las finanzas tradicionales, alineando lenguaje y pensamiento. Sobre el riesgo de que Ethereum sea “capturado por las instituciones”, admitió que existe, pero la clave es mantener el protocolo globalmente distribuido de Ethereum como base para la migración de activos a gran escala.
El fundador de Ethereum, Vitalik Buterin, abrió “Ethereum (Roadmap) in 30min” recordando el colapso de FTX, contraponiendo el lema “Don’t be evil” de entidades centralizadas con el diseño “Can’t be evil” de Ethereum. Definió Ethereum como una “plataforma global, abierta y resistente a la censura”, señalando su programabilidad: cualquiera puede desplegar smart contracts, no solo ejecutar transacciones predefinidas.
Clasificó los puntos fuertes de la blockchain: pagos y usos financieros, DAOs, identidad descentralizada y ENS, votación, publicación resistente a la censura y prueba de existencia o escasez en un momento determinado. Y sus limitaciones: privacidad insuficiente, incapacidad para gestionar un rendimiento extremadamente alto o cálculos de baja latencia, y ausencia de acceso directo a datos del mundo real.
En cuanto a la hoja de ruta técnica, Vitalik situó 2025–2026 como el “arco de escalado” de Ethereum. El límite de gas de este año ya ha aumentado casi un 50 %, y la red avanza hacia los 60 millones con votaciones de la comunidad. Próximas mejoras incrementarán aún más la capacidad —separación builder/proposer y access lists a nivel de bloque— sin exigir más hardware.
Vitalik es especialmente optimista con ZK-EVM, que permite a los nodos verificar pruebas en vez de reejecutar todas las transacciones, recortando drásticamente los costes de sincronización y computación y permitiendo nodos completos en portátiles o incluso móviles. La visión “Lean Ethereum” a largo plazo busca adoptar gradualmente componentes óptimos: VMs y funciones hash compatibles con zero-knowledge, criptografía post-cuántica, verificación formal y mejor disponibilidad de datos. De cara al usuario: light clients, account abstraction, wallets con recuperación por hardware y social, todo para reforzar privacidad y seguridad.
En la ronda de preguntas y respuestas, Vitalik resumió la relación de Ethereum con Wall Street así: “los participantes de Wall Street son usuarios, y Ethereum debe apoyar a todos los usuarios”, insistiendo en la necesidad de proteger la neutralidad creíble de la base. Sobre llevar Ethereum al mundo real, citó el resurgimiento de pagos cotidianos —en Buenos Aires ya hay comercios que aceptan ETH y stablecoins— y animó a la adopción de tecnología abierta y verificable en sistemas operativos, comunicaciones y gobernanza. Preguntado por la competencia personal más esencial, animó a la comunidad a ser generalista: instalar una wallet, hacer un pago en ETH, unirse a una DAO, escribir un contrato sencillo y comprender los fundamentos del protocolo.





