Una reserva estratégica se refiere a la acumulación de ciertas cantidades de bienes, monedas, energía o recursos humanos por parte de una nación para garantizar el funcionamiento normal de su economía y las necesidades de defensa durante tiempos de guerra o situaciones imprevistas. Se planifica y acumula en tiempos de paz e incluye principalmente reservas materiales, reservas financieras y reservas de energía.
El ejemplo más conocido es la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) de los Estados Unidos, que es el plan de reserva de petróleo más grande conocido en el mundo. Fue establecido por el Congreso de los Estados Unidos en 1975 tras el embargo petrolero árabe de 1973-74 que amenazaba la economía estadounidense. La reserva se utiliza para estabilizar el mercado del petróleo durante la guerra o cuando los huracanes afectan la infraestructura petrolera en el Golfo de México. Otros países, como Canadá, también tienen reservas únicas como el jarabe de arce, y China mantiene reservas estratégicas de metales, granos e incluso productos de cerdo.
El 31 de julio de 2024, la senadora estadounidense Cynthia Lummis presentó el proyecto de ley Bitcoin. Este proyecto tiene como objetivo integrar Bitcoin en la estrategia financiera nacional de los Estados Unidos mediante el establecimiento de una reserva estratégica de Bitcoin (SBR).
Según el Proyecto de Ley Bitcoin, el gobierno de EE. UU. planea comprar hasta 1 millón de Bitcoins en cinco años, divididos en cuatro lotes de 250,000 Bitcoins cada uno. Los fondos para estas compras provendrán de Bitcoins incautados, fondos excedentes de la Reserva Federal y certificados de oro revaluados. Estos Bitcoins deben mantenerse durante al menos 20 años y solo se pueden utilizar para pagar la deuda federal, asegurando que la reserva siga siendo un activo estable y a largo plazo.
El potencial de Bitcoin como reserva estratégica se deriva de sus atributos únicos y ventajas en el entorno financiero global:
El 15 de enero de 2025, el estado de Oklahoma presentó una propuesta para establecer una reserva estratégica de Bitcoin, con la esperanza de aprovechar el potencial de esta criptomoneda como cobertura contra la inflación. Hasta ahora, seis estados en los EE. UU. han propuesto establecer reservas estratégicas de Bitcoin. En noviembre de 2024, Pennsylvania presentó el Proyecto de Ley de Reserva Estratégica de Bitcoin de Pennsylvania, que autorizaría al tesoro del estado a invertir el 10% de sus $7 mil millones de reservas en Bitcoin. Un mes después, Texas presentó el Proyecto de Ley de Reserva Estratégica de Bitcoin de Texas, que propone crear un fondo especial dentro del tesoro estatal para mantener Bitcoin como un activo financiero durante al menos cinco años. Otros estados, incluidos Ohio, Dakota del Norte y New Hampshire, también han propuesto proyectos de ley de reserva de Bitcoin.
Desde 2021, el gobierno de El Salvador ha estado comprando regularmente Bitcoin. Hasta la fecha, el gobierno posee aproximadamente 2,381 Bitcoins, con una inversión que supera los $100 millones. El presidente Nayib Bukele ha declarado que estos Bitcoins se mantendrán a largo plazo y no se venderán a corto plazo, con la expectativa de apreciación de capital con el tiempo.
Además, el gobierno planea utilizar los ingresos de la apreciación de Bitcoin para financiar diversos proyectos sociales, incluyendo infraestructura y salud. Esta acción no solo resalta el potencial de Bitcoin como activo de reserva, sino que también demuestra la relativa independencia de Bitcoin de los sistemas monetarios tradicionales.
Entre las instituciones que invierten en Bitcoin, MicroStrategy es una de las más prominentes. Desde 2020, MicroStrategy ha estado comprando Bitcoin a gran escala e incorporándolo en su balance corporativo. Hasta la fecha, MicroStrategy ha acumulado 423,650 Bitcoins, con una inversión total que supera los $25.6 mil millones. A pesar de la volatilidad del precio de Bitcoin que ha llevado a pérdidas no realizadas, MicroStrategy se mantiene firme en su compromiso de mantener Bitcoin, creyendo que su valor a largo plazo supera con creces las fluctuaciones de precios a corto plazo.
Tesla, el fabricante de vehículos eléctricos de renombre mundial, también ha realizado intentos activos para incorporar Bitcoin en su reserva estratégica. En 2021, Tesla anunció la compra de $1.5 mil millones en Bitcoin y lo agregó a su balance. El CEO Elon Musk declaró públicamente que Bitcoin, con su liquidez suficiente, podría servir como un sustituto del efectivo, mejorando aún más la liquidez de la empresa. Aunque Tesla luego vendió el 10% de sus tenencias de Bitcoin para probar la liquidez del mercado, su compromiso con Bitcoin como reserva estratégica a largo plazo permanece sin cambios.
Hoy, Bitcoin ha pasado de ser un activo marginado a ser un candidato en alza para las reservas estratégicas globales. Desde naciones soberanas hasta instituciones principales y empresas tradicionales, un número creciente de fuerzas están redefiniendo el papel de Bitcoin. Con la posibilidad de que Trump se convierta oficialmente en el 47º presidente de EE. UU., la llamada para el Proyecto de Ley de Reservas Estratégicas de Bitcoin está ganando impulso. Ya sea que Bitcoin se convierta o no en un activo de reserva estratégica para EE. UU. u otros países a corto plazo, ya ha demostrado su valor práctico, y el discurso de "las criptomonedas son inútiles" se ha desmoronado. En este contexto, en la próxima década, el potencial de Bitcoin como activo de reserva estratégica global se realizará plenamente, y sus escenarios de aplicación pueden seguir expandiéndose.
Una reserva estratégica se refiere a la acumulación de ciertas cantidades de bienes, monedas, energía o recursos humanos por parte de una nación para garantizar el funcionamiento normal de su economía y las necesidades de defensa durante tiempos de guerra o situaciones imprevistas. Se planifica y acumula en tiempos de paz e incluye principalmente reservas materiales, reservas financieras y reservas de energía.
El ejemplo más conocido es la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) de los Estados Unidos, que es el plan de reserva de petróleo más grande conocido en el mundo. Fue establecido por el Congreso de los Estados Unidos en 1975 tras el embargo petrolero árabe de 1973-74 que amenazaba la economía estadounidense. La reserva se utiliza para estabilizar el mercado del petróleo durante la guerra o cuando los huracanes afectan la infraestructura petrolera en el Golfo de México. Otros países, como Canadá, también tienen reservas únicas como el jarabe de arce, y China mantiene reservas estratégicas de metales, granos e incluso productos de cerdo.
El 31 de julio de 2024, la senadora estadounidense Cynthia Lummis presentó el proyecto de ley Bitcoin. Este proyecto tiene como objetivo integrar Bitcoin en la estrategia financiera nacional de los Estados Unidos mediante el establecimiento de una reserva estratégica de Bitcoin (SBR).
Según el Proyecto de Ley Bitcoin, el gobierno de EE. UU. planea comprar hasta 1 millón de Bitcoins en cinco años, divididos en cuatro lotes de 250,000 Bitcoins cada uno. Los fondos para estas compras provendrán de Bitcoins incautados, fondos excedentes de la Reserva Federal y certificados de oro revaluados. Estos Bitcoins deben mantenerse durante al menos 20 años y solo se pueden utilizar para pagar la deuda federal, asegurando que la reserva siga siendo un activo estable y a largo plazo.
El potencial de Bitcoin como reserva estratégica se deriva de sus atributos únicos y ventajas en el entorno financiero global:
El 15 de enero de 2025, el estado de Oklahoma presentó una propuesta para establecer una reserva estratégica de Bitcoin, con la esperanza de aprovechar el potencial de esta criptomoneda como cobertura contra la inflación. Hasta ahora, seis estados en los EE. UU. han propuesto establecer reservas estratégicas de Bitcoin. En noviembre de 2024, Pennsylvania presentó el Proyecto de Ley de Reserva Estratégica de Bitcoin de Pennsylvania, que autorizaría al tesoro del estado a invertir el 10% de sus $7 mil millones de reservas en Bitcoin. Un mes después, Texas presentó el Proyecto de Ley de Reserva Estratégica de Bitcoin de Texas, que propone crear un fondo especial dentro del tesoro estatal para mantener Bitcoin como un activo financiero durante al menos cinco años. Otros estados, incluidos Ohio, Dakota del Norte y New Hampshire, también han propuesto proyectos de ley de reserva de Bitcoin.
Desde 2021, el gobierno de El Salvador ha estado comprando regularmente Bitcoin. Hasta la fecha, el gobierno posee aproximadamente 2,381 Bitcoins, con una inversión que supera los $100 millones. El presidente Nayib Bukele ha declarado que estos Bitcoins se mantendrán a largo plazo y no se venderán a corto plazo, con la expectativa de apreciación de capital con el tiempo.
Además, el gobierno planea utilizar los ingresos de la apreciación de Bitcoin para financiar diversos proyectos sociales, incluyendo infraestructura y salud. Esta acción no solo resalta el potencial de Bitcoin como activo de reserva, sino que también demuestra la relativa independencia de Bitcoin de los sistemas monetarios tradicionales.
Entre las instituciones que invierten en Bitcoin, MicroStrategy es una de las más prominentes. Desde 2020, MicroStrategy ha estado comprando Bitcoin a gran escala e incorporándolo en su balance corporativo. Hasta la fecha, MicroStrategy ha acumulado 423,650 Bitcoins, con una inversión total que supera los $25.6 mil millones. A pesar de la volatilidad del precio de Bitcoin que ha llevado a pérdidas no realizadas, MicroStrategy se mantiene firme en su compromiso de mantener Bitcoin, creyendo que su valor a largo plazo supera con creces las fluctuaciones de precios a corto plazo.
Tesla, el fabricante de vehículos eléctricos de renombre mundial, también ha realizado intentos activos para incorporar Bitcoin en su reserva estratégica. En 2021, Tesla anunció la compra de $1.5 mil millones en Bitcoin y lo agregó a su balance. El CEO Elon Musk declaró públicamente que Bitcoin, con su liquidez suficiente, podría servir como un sustituto del efectivo, mejorando aún más la liquidez de la empresa. Aunque Tesla luego vendió el 10% de sus tenencias de Bitcoin para probar la liquidez del mercado, su compromiso con Bitcoin como reserva estratégica a largo plazo permanece sin cambios.
Hoy, Bitcoin ha pasado de ser un activo marginado a ser un candidato en alza para las reservas estratégicas globales. Desde naciones soberanas hasta instituciones principales y empresas tradicionales, un número creciente de fuerzas están redefiniendo el papel de Bitcoin. Con la posibilidad de que Trump se convierta oficialmente en el 47º presidente de EE. UU., la llamada para el Proyecto de Ley de Reservas Estratégicas de Bitcoin está ganando impulso. Ya sea que Bitcoin se convierta o no en un activo de reserva estratégica para EE. UU. u otros países a corto plazo, ya ha demostrado su valor práctico, y el discurso de "las criptomonedas son inútiles" se ha desmoronado. En este contexto, en la próxima década, el potencial de Bitcoin como activo de reserva estratégica global se realizará plenamente, y sus escenarios de aplicación pueden seguir expandiéndose.