La Inflación, que es la disminución del poder adquisitivo de la moneda y el aumento general de los precios, es una variable macroeconómica a la que los inversores prestan atención a largo plazo. Durante períodos de inflación creciente, los activos de bajo rendimiento o sin interés (como el oro) a menudo se consideran herramientas de cobertura, ya que el oro no solo posee propiedades físicas, sino que también se ve comúnmente como una de las "monedas definitivas". Históricamente, ha habido cierta correlación entre la alta inflación y el aumento de los precios del oro. Sin embargo, la idea de que "oro = cobertura contra la inflación" no es una ley absoluta. El entorno del mercado (tasas de interés, USD, rendimientos reales, factores geopolíticos) también afecta significativamente su rendimiento. Incluso en alta inflación, si las tasas de interés aumentan simultáneamente y el USD es fuerte, el oro puede verse realmente reprimido.
Actualmente, vemos varios factores clave que están devolviendo el oro al foco en un entorno de inflación:
Según los últimos datos, XAU/USD (oro contra el dólar estadounidense) está fluctuando actualmente alrededor de $4,020 por onza. Técnicamente, el oro enfrenta dos desafíos importantes recientemente: por un lado, sigue en una tendencia alcista a largo plazo (ya que las medias móviles de 50 días, 100 días y 200 días están posicionadas por debajo del precio); por otro lado, el impulso alcista a corto plazo se ha debilitado, con la media móvil de 21 días girando hacia abajo, y el precio ha caído temporalmente por debajo de esta media móvil, lo que indica un impulso alcista limitado. Específicamente, el oro tocó anteriormente un máximo de alrededor de $4,250, pero posteriormente retrocedió a alrededor de $4,040 en la zona de soporte debido a factores como un dólar estadounidense más fuerte, expectativas de recortes de tasas debilitadas y un aumento en los rendimientos reales. En un entorno inflacionario, si el oro puede mantener su soporte, todavía se espera que refleje sus propiedades de cobertura contra la inflación; por el contrario, si se pierde el soporte, su función puede debilitarse.
Considerado como una cobertura contra la inflación en lugar de pura especulación: Si le preocupa el aumento de precios, la depreciación de la moneda o un dólar debilitado en el futuro, incorporar oro en su cartera puede verse como una herramienta de cobertura. Se recomienda tratarlo como parte de su asignación de activos en lugar de un compromiso total.
Presta atención al "costo de oportunidad": cuando las tasas de interés suben o el dólar estadounidense está fuerte, el oro puede ser reprimido. Antes de invertir, se deben evaluar tres variables clave: los rendimientos reales, la tendencia del dólar estadounidense y las expectativas de inflación.
Las perspectivas a medio y largo plazo difieren de las de corto plazo: A corto plazo, el oro puede fluctuar significativamente debido a los datos macroeconómicos y los cambios en las expectativas de política. Sin embargo, desde una perspectiva a medio y largo plazo, su valor se refuerza en un entorno de inflación y expectativas de flexibilización monetaria. Los tenedores deben establecer expectativas razonables y gestionar la volatilidad.
Niveles Clave de Precio y Gestión de Riesgos: El soporte clave actual está alrededor de 4,040 USD. Si cae por debajo de este nivel, se deben anticipar ajustes adicionales alrededor de 3,950 USD o menos. En consecuencia, se deben establecer órdenes de stop-loss, controlar las posiciones y evitar seguir los máximos.
Sinergia con otros activos: El papel del oro no está aislado. Es más efectivo cuando se asigna junto a acciones, bonos, efectivo y activos protegidos contra la inflación (como los bonos vinculados a la inflación). En escenarios de aumento de la inflación, se puede considerar una combinación de oro + instrumentos vinculados a la inflación.
En el contexto actual de presiones inflacionarias, cambios en el entorno monetario y incertidumbres globales, el oro (XAU/USD) es, de hecho, una vez más asignado el papel de "herramienta de cobertura contra la inflación". Sin embargo, la clave es que su capacidad para cumplir con este papel depende no solo de la inflación misma, sino que también está influenciada por múltiples factores como las tasas de interés, el dólar estadounidense y el sentimiento de aversión al riesgo.
Si la inflación se mantiene alta, los rendimientos reales disminuyen y el dólar está bajo presión, se espera que el oro juegue su valor; por el contrario, si la inflación se controla, el dólar se recupera y las tasas de interés de política aumentan, su función de cobertura puede debilitarse. Como inversores, se recomienda incluir el oro como parte de la cartera de activos, prestar atención a los cambios en las variables macroeconómicas, establecer niveles de precios de soporte apropiados y emplear estrategias de gestión de riesgos.
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