El mercado de las criptomonedas ha vivido una auténtica sacudida, ya que la volatilidad de Bitcoin ha alcanzado cotas inéditas y el principal activo digital se ha desplomado por debajo del decisivo umbral de los 90 000 $ ayer. El impacto de esta caída ha reverberado en todo el ecosistema cripto, afectando tanto a inversores minoristas como a instituciones que venían acumulando posiciones a lo largo de 2025. El descenso abrupto llegó tras una fase de relativa estabilidad, en la que Bitcoin se había mantenido por encima de los 95 000 $ durante casi tres semanas. La venta masiva desató una ola de liquidaciones en los principales exchanges, incluido Gate, donde el volumen de negociación se multiplicó por 3,5 respecto a la media diaria al intensificarse el pánico vendedor. Los analistas técnicos señalan la ruptura de la media móvil de 100 días como un factor determinante que aceleró el movimiento bajista, con las órdenes de venta superando el soporte comprador en niveles clave. Los datos del mercado indican que se liquidaron más de 2 800 millones $ en posiciones apalancadas en tan solo 24 horas, uno de los mayores eventos de liquidación en un solo día de 2025. El golpe se ha dejado sentir también en los mercados de derivados, donde la prima de los futuros entró en negativo por primera vez desde diciembre, lo que evidencia un cambio radical de sentimiento: del optimismo extremo al miedo.
El actual desplome de Bitcoin ha borrado todas las ganancias de 2025 en lo que muchos analistas consideran una tormenta perfecta de catalizadores negativos. Al analizar las causas de este giro, destacan varios acontecimientos clave como responsables del colapso del mercado. Las condiciones macroeconómicas sufrieron un cambio brusco en octubre, cuando los bancos centrales endurecieron su política para controlar la inflación, fortaleciendo las monedas nacionales frente a los activos digitales. Además, la incertidumbre regulatoria aumentó cuando tres grandes economías anunciaron propuestas sobre fiscalidad cripto que superaron lo previsto por el mercado. Especialmente relevante fue el movimiento inusual detectado en blockchain: monederos de Bitcoin inactivos desde 2011 transfirieron unos 28 500 BTC a exchanges en los días previos al desplome. El momento de estas transferencias coincidió con el aumento de las dudas sobre liquidez en los mercados tradicionales, una combinación que debilitó la confianza de los inversores. Un análisis comparativo del rendimiento de Bitcoin frente a activos refugio tradicionales revela el alcance de la caída:
| Tipo de activo | Rentabilidad YTD (ene-nov 2025) | Rentabilidad 30 días | Rentabilidad 7 días |
|---|---|---|---|
| Bitcoin | -3,2 % | -24,7 % | -18,3 % |
| Oro | +8,7 % | +4,2 % | +1,8 % |
| S&P 500 | +4,5 % | -2,3 % | -0,7 % |
| Dólar estadounidense | +6,2 % | +3,8 % | +2,1 % |
El análisis de precios en el sector cripto demuestra cómo la narrativa de Bitcoin ha pasado de superar a los activos tradicionales a quedarse claramente rezagada en las últimas semanas.
El mercado de criptomonedas en su conjunto tampoco ha quedado al margen del desplome de Bitcoin: las pérdidas acumuladas en 2025 afectan ya prácticamente a todos los principales activos digitales. El liderazgo de Bitcoin suele marcar el ritmo de todo el sector, y esta correlación se ha intensificado drásticamente en la reciente caída. Las altcoins han sufrido descensos aún más pronunciados, con muchas registrando pérdidas del 30-45 % solo en la última semana. Los datos de Gate confirman que los pares negociados en stablecoins han alcanzado volúmenes récord, reflejo de la búsqueda de refugio frente a la volatilidad. La corrección sectorial ha afectado de forma desigual a las distintas categorías cripto, destacando la fuerte presión en los tokens DeFi y los nuevos protocolos layer-1. Los indicadores de sentimiento inversor han marcado mínimos desde marzo de 2023, con el Fear and Greed Index en “Miedo Extremo” con una lectura de 18/100. Los datos on-chain muestran además tendencias preocupantes en los fundamentales de red, con el hash rate cayendo aproximadamente un 12 % desde la semana pasada por la menor rentabilidad minera. Las entradas en exchanges superan las salidas por noveno día consecutivo, lo que apunta a una presión vendedora persistente mientras los inversores liquidan posiciones. El sentimiento institucional también se ha deteriorado, con productos de inversión cripto registrando salidas superiores a 1 200 millones $ en las últimas dos semanas según los informes del sector.
Los indicadores técnicos en diferentes horizontes temporales lanzan señales claras de mercado bajista en Bitcoin que ningún participante debería ignorar. El gráfico semanal muestra que Bitcoin ha perdido la media móvil de 20 semanas por primera vez desde enero de 2025, tradicionalmente una referencia fiable de cambio de tendencia. El RSI mensual (índice de fuerza relativa) ha dibujado una divergencia bajista, que no confirmó los máximos previos al desplome. La gravedad de estas rupturas técnicas se ve agravada por el deterioro de los fundamentales, como la caída de las transacciones y la menor actividad de red. El análisis de ciclos previos sugiere que ciertos patrones podrían repetirse, ya que el mercado actual guarda similitudes con las fases de corrección pasadas. Sin embargo, existen diferencias relevantes en el entorno actual, especialmente por la implicación institucional y el nivel de adopción. El mercado de opciones aporta más señales: el ratio put/call ha alcanzado su máximo desde 2022, situándose en 1,37, lo que refleja una fuerte demanda de protección ante caídas. Los futuros presentan una considerable backwardation en varios exchanges, incluido Gate, donde los contratos de diciembre cotizan con un descuento del 2,3 % respecto al spot. El cambio de sentimiento se percibe también en las tasas de financiación de los mercados de swaps perpetuos, que permanecen negativas durante el periodo más largo de 2025. Aunque la historia muestra que Bitcoin ha sabido recuperarse tras correcciones similares, el contexto actual plantea desafíos únicos que podrían alargar el tiempo de recuperación.
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