La tasa de financiamiento es el mecanismo de costo que alinea los precios de los futuros perpetuos con los precios al contado. Cuando la tasa de financiamiento es positiva, las posiciones largas pagan a las posiciones cortas; por el contrario, cuando es negativa, las posiciones cortas pagan a las posiciones largas. A través de la transferencia de costos, se fomenta la convergencia de precios.
La tasa de financiamiento se compone de la diferencia de tasas de interés y el índice de prima, que generalmente se calcula cada 8 horas. La tasa de interés refleja el costo de mantener el activo frente al costo de pedir prestado, mientras que el índice de prima se ajusta según la diferencia entre los precios del contrato y del mercado al contado para corregir el precio.
Los cambios positivos y negativos en la tasa de financiación representan las tendencias alcistas y bajistas del mercado. Un valor positivo indica una fuerte atmósfera alcista, mientras que un valor negativo sugiere un sentimiento bajista dominante. Esta tarifa impacta directamente en el costo de mantener posiciones y es una base importante para que los traders evalúen la actividad del mercado.
Los inversores pueden ir en largo en el spot comprando y simultáneamente vendiendo en corto futuros perpetuos para obtener ganancias de la tasa de financiación. Esta estrategia es notablemente efectiva cuando la tasa de financiación se desvía significativamente de cero, pero se debe tener en cuenta las tarifas de transacción y los riesgos del mercado.
La dependencia excesiva de las señales de la tasa de financiación puede llevar a juicios erróneos, y descuidar las tarifas de transacción y los costos de deslizamiento puede debilitar los retornos de arbitraje. Al participar con un alto apalancamiento, el riesgo de reversión del mercado también es significativo.